miércoles, 13 de abril de 2011

"Incluso un camino sinuoso, difícil, nos puede conducir a la meta si no lo abandonamos hasta el final." (Paulo Coelho)

Todo camino tiene un final, y el de este Blog ha llegado a su fin (¡por ahora!).


Comencé creando este Blog como una manera distinta de realizar prácticas para la asignatura Psicología de la Comunicación, impartida por la profesora de la Universidad Rey Juan Carlos I Silvia García Dauder.


Me pareció muy gratificante el salir de la rutina del "trabajo impreso y en word", porque gracias a la libertad de forma que se nos dio, se nos hizo mucho más ameno el poner en práctica los conocimientos adquiridos a lo largo de toda la asignatura. Además, consideramos que así sería mucho más visual para todo aquél que leyese este Blog, además de interactivo, puesto que se proponían numerosos enlaces y videos donde se ejemplificaba todo lo que estábamos diciendo y donde el receptor podía ampliar la información que aquí dábamos.


Creo que es importante el hecho de que a todos los visitantes les agrade la forma y el contenido. Pero como  autora del mismo he aprendido muchas cosas. En primer lugar, lo que es llevar un Blog, el trabajo que requiere de documentación, más allá del aportado en las clases, puesto que para que prime la interactividad se necesitan buscar muchos materiales gráficos, audiovisuales o de simple texto en toda la web. Y esto es complicado porque en la web hay sobreinformación; el número de páginas donde aparece información es muy amplio, y además, no siempre muestran contenidos contrastados o veraces.


En segundo lugar, he aprendido a poner en práctica los conceptos psicológicos de la asignatura al haberlos aplicado en obras literarias, en cine, el publicidad, en televisión o videojuegos. Esto como alumna me ha aportado mucho porque no ha supuesto el aprenderse de memoria un concepto y "soltarlo" (como se suele decir), sino que lo he interiorizado a través de los ejemplos y eso ya no se olvidará nunca: cuando nos hablen de roles y estereotipos, recordaremos a grupos como los pijos, los hardcorianos o los metaleros; cuando nos hablen de obediencia, siempre se nos vendrá a la cabeza el Experimento de Milgram; en nuestra vida cotidiana si tenemos algún problema con alguien, sabremos cómo gestionarlo a través de la realización de buenas críticas o a la hora de hablar en público podremos controlar ciertos aspectos de nuestro lenguaje corporal para evitar que descubran nuestros nervios o nuestras "posibles" mentiras. Todo esto son ejemplos de las muchas cosas que he aprendido.


Pero quizá lo más importante, al menos bajo mi punto de vista, es la parte comunicativa. La asignatura se centraba, como bien dice su nombre, en la Comunicación. Siempre bajo la perspectiva psicológica, pero ¿qué mejor manera de aprender a comunicar que a través de la psicología?. Gracias a ella comprendemos mejor a las personas, sus actos, comportamientos, sentimientos, emociones, ...
Si sabemos qué posibles efectos van a tener nuestras palabras, podremos adaptarlas de forma que se consigan dichos efectos.


De esta manera, en este Blog se comunica de una manera muy amena, cercana y didáctica, distanciada de un lenguaje técnico que no hiciera otra cosa que alejar a las personas que no tienen ningún conocimiento sobre la materia: ese no era el objetivo.


Sin más, espero que para todos vosotros el Blog haya sido tan agradable como para mí haberlo realizado, y sobre todo, ¡espero que hayáis aprendido algo nuevo!


¡Hasta pronto! ;)


Marina Recio

“Creando una vida alternativa”

Hoy en día, las avanzadas tecnologías nos ofrecen nuevas posibilidades a la hora de usar Internet, las redes sociales, los juegos online, videojuegos… Todo esto ha posibilitado que los usuarios podamos llegar a crear una realidad virtual.


Se ha conseguido traspasar la barrera entre lo real y lo irreal. Muchos son los usuarios que participan en páginas Web, en las que pueden crear su propio avatar e interactuar con otros usuarios de otras partes del mundo, en tiempos y espacios que en realidad no existen; el usuario puede experimentar el moverse, vivir, combatir… en lugares inimaginables.

Estas páginas permiten a los usuarios evadirse de la realidad, te ofrecen la posibilidad de crear un “yo aspiracional”, a través de tu avatar puedes ser y hacer lo que siempre has deseado, establecer relaciones sociales, tener el trabajo perfecto… los usuarios reconstruyen su propia identidad, creando más de uno “yo”, dando lugar a identidades múltiples a través de avatares distintos.

Gracias a los videojuegos podemos tener hasta nuestra propia mascota virtual, que se comporta como un animal de verdad, donde puedes alimentarle, cuidarle y jugar con él, como es el caso de “Nintendogs”; o crear tu propia granja, peluquería… cualquier cosa que te puedas imaginar ya es posible.


En todos los juegos de simulación puedes desempeñar distintos roles, y a su vez dentro del propio juego elegir entre varios:


Los juegos de estrategia pueden hacer que nos convirtamos en emperadores, comandantes… guiando un ejército hacia la conquista de nuevas tierras a la vez que proteges tu territorio, crear personajes que están bajo tu mando, los controlas,  a la vez que te enfrentas a otros usuarios online con sus ejércitos.

Podemos encontrar otro tipo de videojuegos, mucho más violentos en los que te puedes convertir en un mafioso, ladrón… hasta dedicarse a matar zombies.

Entre los juegos de simulación de vida, como el famoso “The Sims”, nos permiten crear una serie de personajes, dándoles unas características concretas, desde los rasgos de la cara, el color de pelo, de piel, hasta definir su personalidad; creas su casa, sus aficiones, decides su trabajo… controlas por completo la vida de tu Sim, como un ser superior que decide el destino de estos personajes, puedes sentir el poder de decidir si quieres que tus Sim consiga sus objetivos o simplemente puedes llegar a identificarte con él.

Muchos de los juegos “online” a la vez que permiten la creación de un avatar a nuestro gusto, creando su personalidad, su forma de vestir, de actuar… a su vez nos permite chatear con otras personas a través de su propio avatar, interactuamos a través de estos personajes creándonos “otro yo” alternativo y pasamos a formar parte de un colectivo, identificándonos con él, los usuarios suelen emplear un lenguaje similar, gustos parecidos…

Los problemas llegan cuando la persona empieza a depender de su identidad virtual, llegando a dejar de lado su vida real, por pasar más tiempo con su falsa vida, esa vida e imagen que ha ido creando a conciencia a la hora de interactuar con otras personas.

domingo, 10 de abril de 2011

El placer de sufrir

No hay lugar a dudas: la era del entretenimiento está aquí y nosotros formamos parte de ella. Ya no solamente se especula sobre este fenómeno del entretenimiento, si no que se estudia para saber cuales son los mecanismos, efectos y procesos.

Por tanto, cuando vemos una película, las distintas variables que se usan para averiguar qué es el entretenimiento y cómo se puede explicar, son nuestras reacciones. Es saber cómo reaccionamos ante distintos estímulos que están cuidadosamente estudiados.

Es muy común que cuando vamos al cine a ver una película vayamos con unas ideas predefinidas,  y esperemos un final concreto (en caso de saber más o menos de qué va la película).  Esperamos un final acorde con las emociones que hemos sentido a lo largo de largometraje, con la identificación que tenemos con el personaje... Sin embargo, esto no siempre es así; siempre hay una serie de sucesos que hace que el anhelado final tarde en llegar, y a lo largo de las escenas veamos cómo las cosas se van torciendo hasta parecer desembocar en un trágico final.

“Si a mi me dicen que va a pasar esto no pago por verlo” pensamos. Eso es porque no somos conscientes del placer estético que nos produce este tipo de situaciones como espectadores que somos.

Para explicarnos mejor. Pondremos un ejemplo conocido mundialmente: Harry Potter. ¿Quién no conoce la vida y las "desgracias" de este joven brujo?

Este mago tiene una vida marcada por momentos felices y momentos trágicos, y sin dejar de lado la originalidad del argumento de la película, podríamos afirmar que lo que más  adorable le hace es el continuo sin vivir en el que nos tiene siempre: siempre que le pasa algo bueno le ocurre algo malo.


Es tal la vivencia emocional que sentimos y la identificación con el personaje, que por un momento sus problemas los convertimos en nuestros propios problemas, y nos unimos a sus buenos y malos momentos.
En este caso, si vemos el trailer de la película Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, podemos sentir ya la sensación de malestar al ver que algo malo puede ocurrir.
La explicación es muy sencilla: es que los malos momentos posteriormente darán resultados positivos en nuestras emociones. Esto quiere decir que cuando vemos que está ocurriendo algo malo al personaje en cuestión, la tensión crece y sufrimos un malestar empático cada vez mayor. Así va aumentando hasta que el protagonista encuentra la solución a su problema, y a la vez nosotros experimentamos una sensación de euforia al ver que las cosas han salido como nosotros queríamos, "el final que esperábamos".

Podemos decir, que lo que hace que sintamos esa sensación al final de la película son los residuos de excitación debido a que al haberlo pasado tan mal y ver como al final todo se arregla se intensifica nuestra sensación de bienestar y se compensa el sufrimiento. Es el placer de sufrir.





sábado, 9 de abril de 2011

El amor en el cine

Por primera vez desde que este blog comenzó a contaros curiosidades psicológicas voy a hablar de manera subjetiva, contando los efectos emocionales que produce el cine en los receptores.

¿Qué mejor manera de explicar la emoción que siente un receptor al ver una película, que contándola en primera persona? Os invito a ser cómplices de las sensaciones que he sentido al ver la película "El diario de Noa".


En la clase de Psicología de la Comunicación, unos compañeros expusieron a través de esta película la pérdida de memoria y recordé que "El diario de Noa" era una de mis películas favoritas y que hacía mucho tiempo que no la veía. Así que me dispuse a verla una tarde lluviosa de domingo. Doy el dato de la lluvia por que creo que el estado climatológico nos influye en el estado de ánimo de las personas. Personalmente, el gris del cielo, el frío y la fuerte lluvia me producen una sensación un tanto melancólica.


Antes de nada, considero importante que conozcáis unos datos sobre mí, que como sujeto de estudio -receptora en este caso- son relevantes a la hora de analizar los porqués de los efectos que esta película me produjo. En primer lugar, no tengo pareja, y en segundo lugar, tengo la necesidad de encontrar a alguien especial que me quiera, pero por el momento no ha llegado nadie a mi vida.


Una vez aclarado "el perfil del sujeto de estudio", procedo a contaros las sensaciones que he tenido. El visionado de "El diario de Noa" ha sido fruto de una necesidad de "satisfacción afectiva". A través de la figura de Noa, he sentido una identificación con el personaje, no tanto en el hecho de que sea hombre (lo cual siendo mujer es obvio) sino en la personalidad luchadora, inconformista y constante, además de en la manera en la que es consciente del amor que siente hacia Allie. Esta identificación, teóricamente se conoce como antropomorfismo, es decir, "atribuir a una persona a quien estamos juzgando con los mismos rasgos de carácter y las tendencias que no son propias".


Me emocioné mucho en los momentos en los que es abandonado por Allie, pero en los que no la conseguía olvidar, pues tenía un sentimiento tan fuerte hacia ella que le resultaba imposible encontrar las cualidades que le enamoraron de ella en otras mujeres, hacia las cuales solo sentía atracción física y sexual.


Como espectadora, también sentí impotencia cuando los padres de Allie impidieron que continuara esa relación y los separara, así como en el momento en que la madre de la protagonista guardaba todas las cartas que Noa le enviaba.

Además, como estamos hablando de amor, tenemos una proyección-identificación, en el sentido de que "nos identificamos con el ser amado, con sus alegrías y desgracias y sentimos sus propios sentimientos. Lo identificamos en nosotros queriéndole con todo el amor que nos tenemos a nosotros mismos". Esto me ocurrió cuando proyecté en Allie la figura del chico que ahora me gusta, viéndola como "el amor imposible", tal y como le sucedía a Noa.


A pesar de ello, como espectadora, conozco que esa realidad que me estaba ofreciendo la película no es más que una acción fuera de la vida práctica, y que es muy difícil que me ocurra a mi. Si en un momento de la película me  pude encontrar en el lugar de Noa, el hecho de que éste solucione su problema con el paso del tiempo no implica que el mio se vaya a solucionar. A pesar de ello, soy empática y me alegra mucho que finalmente regrese con Allie.


Todo esto hace que como espectadora participe psiquica y físicamente, con sentimientos como la impotencia en situaciones descritas anteriormente. Por cierto, me parece muy importante hablar no sólo de la historia argumental y del hecho de que me sienta más o menos identificada, sino también de los recursos cinematográficos utilizados, sobre todo la música.


En este fragmento que he encontrado, se utilizan dos canciones que reflejan la situación entre Allie y Noa: la primera es una melodía dulce que muestra el acercamiento entre ambos después de tanto tiempo, y la segunda, cuando comienza a llover, es más fuerte y armónica y representa que ambos no pueden reprimir sus sentimientos y que estos han volado.



Para finalizar, me he dado cuenta de que quizá esa identificación con Noa también puede ser (siendo sincera) envidia de Allie debido a que tiene a una persona maravillosa que está enamorada de ella con unos sentimientos puros. Se refleja a la perfección ese amor que siente Noa en este video.

¡Yo sé más que tú!

Puede resultar evidente el hecho de que un adulto sepa más cosas que un niño, pero a veces esto no está tan claro. La utilización de Internet y de las nuevas tecnologías por niños es más acusada que en los adultos, y esto les lleva a una ventaja que va más allá de saber realizar complejos cálculos matemáticos o saber analizar un texto científico.

Los niños tienen más facilidad para navegar que los adultos, y dominan el uso de redes sociales, de búsquedas por la red o simplemente de escribir un correo electrónico.

Los efectos que produce Internet como nuevo medio de comunicación de masas, difieren según los rangos de edad. En los niños, los efectos se producen a corto plazo, puesto que tienen una mayor capacidad para captar los cambios tecnológicos, se adaptan a ellos de forma automática e incluso esperan ansiosos las nuevas actualizaciones. Los adultos, sin embargo, no han crecido en una época de cambios tecnológicos tan rápidos como la que está ocurriendo ahora, por lo que su adaptación es más lenta y los efectos que estos producen se producen más a largo plazo.

Los adultos son más reticentes a estos cambios tan continuos, y no les resultan tan llevaderos porque cuando consiguen adaptarse a uno, ya ha salido otro producto mejorado o una actualización al mercado. Pero además de esto, hay que señalar que el porcentaje de adultos, y no digamos ya de ancianos, es mínimo en comparación al de niños y jóvenes.

Hemos preguntado a un niño y a un adulto sobre los usos que hace de Internet y estos son los resultados. (A pesar de que la muestra no es representativa, nuestra lógica nos dice que los resultados son bastante buenos).
  • El niño, de 12 años, nos respondió que utiliza Internet para comunicarse con los amigos vía redes sociales y vía messenger. Que también lo utiliza para jugar y para ver vídeos en Youtube, y que en raras ocasiones lo utiliza para consultar datos escolares. En resumidas cuentas, el uso es entretenimiento y vivencia emocional.
  • El adulto, de 51 años, nos dijo que utiliza Internet para enviar emails de trabajo, para consultar información en versiones digitales de medios de comunicación (prensa, televisión) y para contactar con posibles clientes de empresas de toda España.  Con lo cual, su utilización es puramente profesional y de carácter informativo.
Podemos ver más información sobre este tema en el siguiente enlace.

Ante todo, aprovechando este tema tan interesante, queremos advertir a todos los adultos sobre el peligro que corren los menores en Internet. En este sentido su capacidad para detectar qué es peligroso es mucho menor que la de un adulto, debido a que no ha desarrollado aún mecanismos para evaluar estos riesgos. Os dejamos con este vídeo para comprender y saber qué hacer ante estos casos: