Hoy en día, las avanzadas tecnologías nos ofrecen nuevas posibilidades a la hora de usar Internet, las redes sociales, los juegos online, videojuegos… Todo esto ha posibilitado que los usuarios podamos llegar a crear una realidad virtual.
Se ha conseguido traspasar la barrera entre lo real y lo irreal. Muchos son los usuarios que participan en páginas Web, en las que pueden crear su propio avatar e interactuar con otros usuarios de otras partes del mundo, en tiempos y espacios que en realidad no existen; el usuario puede experimentar el moverse, vivir, combatir… en lugares inimaginables.
Estas páginas permiten a los usuarios evadirse de la realidad, te ofrecen la posibilidad de crear un “yo aspiracional”, a través de tu avatar puedes ser y hacer lo que siempre has deseado, establecer relaciones sociales, tener el trabajo perfecto… los usuarios reconstruyen su propia identidad, creando más de uno “yo”, dando lugar a identidades múltiples a través de avatares distintos.
Gracias a los videojuegos podemos tener hasta nuestra propia mascota virtual, que se comporta como un animal de verdad, donde puedes alimentarle, cuidarle y jugar con él, como es el caso de “Nintendogs”; o crear tu propia granja, peluquería… cualquier cosa que te puedas imaginar ya es posible.
En todos los juegos de simulación puedes desempeñar distintos roles, y a su vez dentro del propio juego elegir entre varios:
Los juegos de estrategia pueden hacer que nos convirtamos en emperadores, comandantes… guiando un ejército hacia la conquista de nuevas tierras a la vez que proteges tu territorio, crear personajes que están bajo tu mando, los controlas, a la vez que te enfrentas a otros usuarios online con sus ejércitos.
Podemos encontrar otro tipo de videojuegos, mucho más violentos en los que te puedes convertir en un mafioso, ladrón… hasta dedicarse a matar zombies.
Entre los juegos de simulación de vida, como el famoso “The Sims”, nos permiten crear una serie de personajes, dándoles unas características concretas, desde los rasgos de la cara, el color de pelo, de piel, hasta definir su personalidad; creas su casa, sus aficiones, decides su trabajo… controlas por completo la vida de tu Sim, como un ser superior que decide el destino de estos personajes, puedes sentir el poder de decidir si quieres que tus Sim consiga sus objetivos o simplemente puedes llegar a identificarte con él.
Muchos de los juegos “online” a la vez que permiten la creación de un avatar a nuestro gusto, creando su personalidad, su forma de vestir, de actuar… a su vez nos permite chatear con otras personas a través de su propio avatar, interactuamos a través de estos personajes creándonos “otro yo” alternativo y pasamos a formar parte de un colectivo, identificándonos con él, los usuarios suelen emplear un lenguaje similar, gustos parecidos…
Los problemas llegan cuando la persona empieza a depender de su identidad virtual, llegando a dejar de lado su vida real, por pasar más tiempo con su falsa vida, esa vida e imagen que ha ido creando a conciencia a la hora de interactuar con otras personas.
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