El fenómeno de la normalización: ¿Se cumple siempre?

Muzafer Sherif estudió en 1936 a través de una ilusión óptica, conocida como “efecto autocinético” los fenómenos de normalización grupal. A través de su estudio, se concluyó la influencia que ejercen los miembros de un grupo para normalizar las respuestas ante un estímulo ambiguo. Con la normalización, la presión grupal adquiere gran importancia, puesto que las interpretaciones minoritarias acabarán cediendo posiciones ante las mayoritarias (podemos relacionar esta idea con los procesos de conformidad estudiados por Salomon E. Asch).

Pero, volviendo al fenómeno autocinético, es importante señalar que las opiniones individuales eran diferentes en un principio, y éstas cambiaban cuando la opinión se decidía mediante el diálogo de las distintas partes.

En este vídeo podemos comparar diferentes experimentos realizados por psicólogos que estudian la normalización y los procesos de conformidad.

 

Es muy interesante estudiar cuándo ante un mismo estímulo, la normalización no se produce. Veamos el ejemplo de las películas de cine o de series de televisión. Vamos a centrarnos en la película ‘Origen’ (Inception) y en la serie de televisión de ABC ‘Perdidos’ (Lost).

Ambas tienen en común la ambigüedad, la posibilidad de crear juicios de valor totalmente distintos entre los receptores.  A la salida del cine o al finalizar el último capítulo de Perdidos, los grupos que han visionado juntos la película comienzan a hacer interpretaciones del significado de los finales. Se hacen cábalas, refutaciones, conjeturas entre los miembros del grupo, y finalmente con las aportaciones de cada miembro se da una única interpretación final, que se considera como válida.

Cuando alguno de los miembros de estos grupos deciden indagar en la red para comparar sus interpretaciones, se encuentran con numerosas teorías que compiten con la que el miembro del grupo piensa, y surge por tanto una nueva disputa entre interpretaciones. En este caso, es notable la ausencia de normalización, puesto que ningún miembro suele ceder y dar por única y verdadera la visión de otra persona ajena a su grupo. Por este motivo, encontramos en la web numerosos foros de discusión, o sitios dedicados exclusivamente a debatir, donde no se muestra una única visión, pues la normalización aquí no funciona.